A las 5 de la madrugada siguiente partimos con los coches para avanzar carretera. Estaba lloviendo a raudales, tanto es así que por la carretera misma corrian pequeños riachuelos de agua. A las afueras de pueblo nos tenemos que quedar parados todo el mundo, ya que ha habido un camión que ha volcado y ocupa toda la carretera.
Cuando amanece empiezan a trastear con el camión para intentar sacarlo de allí.
El proceso dura unas horas, y de mientras, allí sacando fotos y charlando.
Al camión se le había desprendido parte de la carga. Parecía que ibamos a estar todo el día. Sin embargo, el ingenio a veces se sorprende y estuvimos "poco" tiempo esperando.
