Todo empezó con un anuncio:
Men wanted for hazardous journey. small wages, bitter cold, long months of complete darkness, constant danger, safe return doubtful, honour and recognition in case of success
Se buscan hombres para un viaje peligroso, sueldo bajo, frío extremo, largos meses de completa oscuridad, peligro constante, no se asegura retorno con vida, honor y reconocimiento en caso de éxito.
Recibión 5.000 contestaciones
La expedición de Shackleton, llamada la 'Expedición Imperial Transantártica', aspiraba a ser la primera en atravesar por tierra el continente antártico. El destino truncó tan ambicioso plan, conviertiendo dicha expedición en una historia épica de heroísmo y supervivencia.
El Endurance dejó Plymouth el 8 de agosto de 1914. Se detuvo brevemente en Buenos Aires, donde embarcaron Hurley William Bakewell y el polizón Perce Blackborow, que se añadieron a la tripulación. Después de una larga parada de un mes en Grytviken, Georgia del Sur, el Endurance se marchó hacia la Antártida el 5 de diciembre. Dos días más tarde, Shackleton se sorprendió al encontrar la banquisa muy hacia el norte, en la latitud 57°26'S, que forzó el barco a maniobrar. Durante los días siguientes tuvieron más topetazos con bloques de hielo, hasta que el 14 de diciembre el hielo fue bastante grueso y detuvo el barco durante 24 horas. Tres días más tarde el barco se detenía otra vez. Shackleton comentó: "Me había preparado para condiciones difíciles en el mar de Weddell, pero contaba con que los bloques estarían más libres. Lo que nos estábamos encontrando era hielo bastante denso y de un carácter muy obstinado".
El avance se retrasaba por las frecuentes paradas hasta que las sondas abrieron el paso y el Endurance pudo continuar hacia el sur sin detenerse hasta el 22 de diciembre. Éste sería el ritmo en las dos semanas siguientes, con el barco adentrándose en el mar de Weddell. Posteriores retrasos moderaron el avance durante los primeros días de 1915, aunque entre el 7 y el 10 de enero un trayecto largo hacia el sur los llevó cerca de la pared de hielo de 30 metros que enmascaraba la región costera antártica de Tierra de Coats, descubierta en 1904 por William Speirs Bruce, que le dio nombre. El 15 de enero el Endurance estaba junto a un gran glaciar, en su orilla se formaba una bahía que parecía un lugar excelente para desembarcar. Sin embargo, estaban demasiado al norte de la bahía Vahsel, "excepto en caso de extrema necesidad", una decisión de la cual, más tarde, Shackleton se arrepentiría. El 17 de enero, después de un largo trayecto de 200 kilómetros, el barco llegó a los 76°27'S; la tierra que observaban fue llamada Caird Coast por Shackleton en honor de su patrocinador principal. El mal tiempo los obligó a refugiarse varados en sotavento.
Estaban cerca de la costa de Luitpold, en el extremo más austral de su destino, la bahía Vahsel. Al día siguiente, el barco derivó unos 23 kilómetros hacia el oeste, continuó hacia el sur y, más tarde, ligeramente en dirección noroeste antes de detenerse totalmente.La posición era 76°34'S, 31°30'W. Pronto quedó claro que el Endurance estaba atrapado en el hielo. Continuaban los esfuerzos para liberarlo, y el 14 de febrero Shackleton ordenó a sus hombres cortar el hielo con cinceles, punzones, sierras y picos para tratar de abrir un pasaje, pero el esfuerzo resultó en vano. Shackleton no abandonó la esperanza de liberarse, pero ya preveía la "posibilidad de tener que pasar un invierno en la inhóspita superficie de la banquisa".
El 21 de febrero, el Endurance avanzaba rápido, llegó a su latitud más austral, 76°58'S, y después empezó a moverse de forma continuada hacia el norte con la plataforma de hielo. El 24 de febrero Shackleton, que se daba cuenta de que estarían en peligro durante el invierno, ordenó abandonar la rutina de barco. Los perros fueron desembarcados y fueron instalados en perreras de hielo o dogloos mientras que el interior del barco se convirtió en estancias adaptadas para los diversos grupos de la tripulación: oficiales, científicos, ingenieros y marineros. Se ajustó el equipo de radio, pero estaban demasiado lejos como para recibir o emitir señales.
Con respecto a la posibilidad de liberarse, Shackleton era consciente del reciente ejemplo del barco de Wilhelm Filchner, el Deutschland que había quedado bloqueado por el hielo en la misma zona tres años antes. Después de que fallaran los intentos de Filchner de establecer una base en tierra firme en la bahía Vahsel, su barco quedó atrapado el 6 de marzo de 1912, a unos 320 kilómetros de la costa de Coats Land. Seis meses más tarde, en la latitud 63°37,' el barco quedó libre y se dirigió a Georgia del Sur. Una experiencia similar podría permitir al Endurance hacer un segundo intento para llegar a la bahía Vahsel en la próxima primavera antártica.
Durante febrero y marzo la velocidad de la deriva del hielo fue muy baja. Al final de marzo Shackleton calculó que el barco había viajado sólo 155 kilómetros desde el 19 de enero. Sin embargo, al llegar el invierno la velocidad aumentó y la condición del hielo circundante iba cambiando. El 14 de abril Shackleton registraba el bloque próximo, que "se acumulaba y que se desplazaba contra las masas de hielo"; si el barco fuese atrapado en esta perturbación "se chafaría como una cáscara de huevo". En mayo, bien entrado el invierno, el barco estaba en 75°23'S, 42°14'O, y todavía iba a la deriva, generalmente en dirección norte. Estaría así como mínimo cuatro meses antes de que la primavera diera la oportunidad de una apertura del hielo, siendo posible que el Endurance no se liberara a tiempo para repetir el viaje hacia el área de la bahía Vahsel.Shackleton reflexionaba sobre la posibilidad de encontrar un campo de desembarco alternativo en la costa occidental del mar de Weddell, si fuera posible llegar a este lugar. "Mientras tanto, esperaremos", escribió.?
Los meses de invierno de mayo, junio y julio fueron relativamente tranquilos y la principal tarea de Shackleton fue mantenerse en forma, entrenarse y mantener la moral, una tarea que, según parece, cumplía con maestría; jugaban al fútbol y hacían carreras de perros en el hielo y teatro por las noches. Las primeras señales de la ruptura del hielo ocurrieron el 22 de julio y el 1 de agosto, durante un vendaval del suroeste con nieve pesada. El Endurance estaba en la posición 72°26'S, 48°10'O y el banco de hielo empezó a romperse alrededor del barco, pero la presión forzaba las masas de hielo bajo la quilla y provocaba una importante escora en babor. La posición era peligrosa; Shackleton escribió: "El efecto de la presión a nuestro alrededor era impresionante. Inmensos bloques de hielo [...] se levantaban lentamente hasta que saltaban como huesos de cereza chafados entre los dedos [...] si alguna vez el barco quedara atrapado firmemente, su destino estaría marcado". Pero el peligro pasó y las semanas siguientes fueron tranquilas.
A principios de septiembre reaparecieron importantes golpes de mar que continuarían intermitentemente. El 30 de septiembre el barco soportó "la peor presión que hayamos experimentado". Resistió lo que su capitán, Worsley, describió como "una terrible presión que nos lanzaba de un lado al otro como una peonza una docena de veces". Shackleton había informado previamente a Worsley de que creía que el Endurance probablemente sería destruido cuando se liberara del hielo.
Aunque el Endurance se había mostrado capaz de resistir enormes presiones, la situación del barco ahora era espantosa, y el 24 de octubre el lado de estribor topó contra un gran témpano. La presión del hielo sobre el lado del barco aumentaba, hasta que el casco empezó a girar y astillarse; entonces el agua empezó a entrar en el barco. "Cuando el costillar se rompió hizo un ruido terrorífico" que los marineros más tarde describirían como los que producen los "grandes fuegos artificiales y la explosión de las armas".?
Bajaron al hielo los suministros y tres botes salvavidas mientras la tripulación intentaba reforzar el casco del barco y bombear el agua que entraba en él, pero después de unos cuantos días, el 27 de octubre de 1915, y con temperaturas de -25 °C, Shackleton se vio forzado a dar la orden de abandonar el barco. La posición el día del abandono era 69°05'S, 51°30'O.El barco naufragado se mantuvo flotando durante unas semanas durante las cuales la tripulación salvó bastantes suministros y materiales, incluyendo las fotografías y cámaras de Hurley, que, inicialmente, se habían quedado dentro. De las, aproximadamente, 550 fotografías en placas de cristal, Hurley escogió las 150 mejores, el máximo que se podría llevar, y tuvo que romper el resto.
Con la pérdida del barco, la idea de un viaje transcontinental se tenía que abandonar, y ahora había que centrar el foco de la expedición en su supervivencia. Con esta finalidad, Shackleton quería trasladar a la tripulación a la isla Snow Hill (o cerro nevado), base de la expedición sueca de Otto Nordenskiöld de 1902-1904, donde se tenían que encontrar las provisiones de emergencia; o bien a la isla Paulet, dónde Shackleton sabía que había un importante almacén de alimentos, o a la isla Robertson. Shackleton contaba con que podrían cruzar la tierra de Graham desde cualquiera de estas islas y llegar a los puntos balleneros adelantados de la bahía Wilhelmina. La distancia a la isla Snow Hill desde la posición del naufragio fue estimada por Worsley en unos 500 kilómetros, con unos 190 kilómetros más hasta la bahía Wilhelmina. Se tendrían que llevar con ellos comida, combustible, un equipo de supervivencia y tres pesados botes salvavidas.
La marcha empezó el 30 de octubre, pero los problemas aparecieron enseguida. El estado del hielo que los rodeaba hacía casi imposible el viaje. Como la presión horizontal había aumentado, el hielo se doblaba y se levantaba, formando carenas de presión de hasta tres metros de alto. Sobre esta superficie, en dos días la tripulación apenas consiguió avanzar tres kilómetros. El 1 de noviembre Shackleton decidió, conjuntamente con Wild y Worsley, abandonar la marcha, acampó y esperó la ruptura del hielo. Llamaron "campo del Océano" el bloque de hielo plano y estable en el cual habían detenido su abortada marcha. Continuaron visitando el Endurance, que todavía se estaba hundiendo en el hielo a corta distancia del campamento. Muchos de los suministros abandonados se continuaron recuperando hasta el 21 de noviembre de 1915, día en qué el barco, finalmente, se hundió bajo el hielo. Desde el 1 de noviembre, la velocidad de deriva había empezado a aumentar y el 7 de noviembre ya era de unos cinco kilómetros por día. Antes del 5 de diciembre habían pasado los 68°S, pero la dirección estaba girando del este hacia el norte. Eso los llevaba hacia una posición desde donde sería difícil o imposible llegar a la isla Snow Hill. Sin embargo, con esta nueva orientación, la isla Paulet se convertía en el destino objetivo. La isla estaba aproximadamente a unos 400 kilómetros y Shackleton estaba preocupado por poder reducir la longitud del viaje que sería necesario hacer con botes salvavidas para llegar. Por eso, el 21 de diciembre anunció una segunda marcha que empezaría el 23 de diciembre.
Las condiciones, sin embargo, no habían mejorado desde el intento anterior. La temperatura había aumentado y era incómodamente cálida. Al andar se hundían hasta las rodillas en la nieve blanda mientras luchaban por transportar los barcos a través de las carenas de presión. El 27 de diciembre, el carpintero del barco Harry McNish se rebeló y rechazó seguir trabajando. Argumentaba que, con el hundimiento del Endurance, las leyes del almirantazgo ya no eran aplicables y, por lo tanto, no estaba subordinado a las órdenes de Shackleton. La firme respuesta de éste llevó al carpintero a reconsiderar su actitud, pero el incidente nunca se olvidó. Posteriormente, McNish haría su propia contribución a la salvación del equipo pero, a pesar de eso, fue uno de los cuatro miembros de la tripulación a los cuales se les negó la concesión de la Medalla Polar. Dos días más tarde, con un progreso de sólo doce kilómetros en siete días, Shackleton ordenó una parada, observando: "Nos harían falta trescientos días para llegar a tierra firme". El grupo volvió a plantar las tiendas y se estableció en lo que Shackleton nombró "campo de la Paciencia", que sería su hogar durante más de tres meses. Los suministros empezaban a escasear. Hurley y Macklin regresaron al "campo del Océano" para recuperar parte de la comida que habían dejado atrás para aliviar la carga. El 2 de febrero de 1916 Shackleton hizo volver una parte del grupo para recuperar el tercer bote salvavidas, que también había sido abandonado. La escasez de alimentos se volvió crítica a medida que avanzaban las semanas. La carne de foca, que hasta ahora había añadido variedad a su régimen, se convirtió en un elemento de primera necesidad cuándo Shackleton intentó conservar el resto de raciones empaquetadas.
"Shakespeare", el perro líder (fotografía de Hurley).
Entre los perros se habían producido muchas bajas por accidentes o enfermedad los últimos meses. En enero, todos los perros restantes excepto dos grupos fueron sacrificados de un tiro por orden de Shackleton, porque las raciones de carne de foca que comían eran excesivas. Los dos grupos restantes serían sacrificados el 2 de abril, momento en que su carne fue una adición bienvenida a las raciones. También tuvo que ser sacrificada la mascota, el gato Mrs. Chippy. Mientras tanto, la tendencia de la deriva se volvió errática; después de mantenerse en torno a los 67° durante unas cuantas semanas, a finales de enero hubo una serie de rápidos movimientos hacia el norte-este que, antes del 17 de marzo, llevaron el "campo de la Paciencia" a la latitud de la isla Paulet, pero casi 100 kilómetros en su este.
Paradójicamente, la tierra estaba continuamente a la vista. La cumbre del monte Haddington, en la isla James Ross, estaba a la vista mientras el grupo se desplazaba lentamente. Con la isla Snow Hill y la isla Paulet ahora inaccesibles, Shackleton escribió el 25 de marzo que todas las esperanzas se fijaban en dos islas pequeñas en el norte de la tierra de Graham: la isla Clarence y la isla Elefante, unos 160 kilómetros en el norte de su posición. Con todo, pensó y decidió que la isla Decepción podría ser un mejor destino objetivo. Estaba lejos, en dirección oeste, hacia el final de la cadena que formaban las islas Shetland del Sur, pero la idea de Shackleton era conseguirlo saltando islas. La ventaja de esta opción residía en el hecho de que, a veces, era visitada por balleneros y podría contener provisiones. Todos estos destinos exigirían un viaje peligroso en los botes salvavidas cuando finalmente se rompiera el bloque en el cual estaban atrapados. Antes de emprender este viaje, los botes salvavidas fueron bautizados con el nombre de los principales patrocinadores financieros de la expedición: James Caird, Dudley Docker y Stancomb Wills.
El final del campo de la Paciencia llegó en la noche del 8 de abril, cuando el bloque de hielo se rompió de golpe. El campo ahora se encontraba en una pequeña balsa triangular de hielo; una nueva ruptura significaría el desastre, y Shackleton tenía a punto los botes salvavidas por si el grupo se tenía que ir repentinamente. Había decidido que, si era posible, intentarían llegar a la distante isla de Decepción porque, según se decía, había una iglesia pequeña de madera pequeña levantada por los balleneros. Eso podría proporcionar una fuente de madera que les podría permitir construir un bote. A la una de la tarde del 9 de abril se lanzó el Dudley Docker, y una hora más tarde los tres barcos ya estaban en el mar. Shackleton comandaba el James Caird, Worsley el Dudley Docker, y el oficial Huberht Hudson estaba nominalmente a cargo del Stancomb Wills, aunque a causa de su precario estado mental, el mando real lo tenía Tom Crean. Los días siguientes fueron difíciles de forma extrema. Los barcos se movían entre el hielo dependiendo de las vías de agua que se iban abriendo con un progreso peligroso y errático. A menudo los barcos encallaban en los bloques de hielo, o se arrastraban sobre ellos, mientras los hombres acampaban y esperaban que las condiciones mejoraran. Shackleton dudaba otra vez entre unos cuantos destinos potenciales y el 12 de abril rechazó las diversas opciones sobre las islas y se decidió por la bahía Esperanza, en la misma punta de Graham Land. Sin embargo, las condiciones en los barcos, con temperaturas a menudo inferiores a los 30 grados bajo cero, con poca comida y amarados de agua glacial, estaban agotando a los hombres, físicamente y mentalmente, y Shackleton decidió que la isla Elefante, el más próximo de los refugios posibles, era ahora la única opción práctica.
El 14 de abril los barcos estaban en la costa de sureste de la isla, pero no había ninguna opción de desembarcar, ya que la costa era un acantilado perpendicular de roca y glaciares. El día siguiente el James Caird rodeó el extremo oriental de la isla para llegar a la costa del norte, donde finalmente descubrieron una estrecha playa de guijarros en la cual Shackleton decidió desembarcar. Los tres barcos, que habían sido separados durante la noche previa, se reunieron otra vez en el punto de desembarco. Por las marcas de pleamar, vieron enseguida que esta playa no serviría para acampar a largo plazo. El día siguiente, Wild y la tripulación del Stancomb Wills exploraron la costa buscando algún lugar mejor. Regresaron con noticias de un largo espacio de tierra de once kilómetros al oeste, que parecía factible para acampar. Sin perder tiempo, los hombres regresaron a los barcos y se trasladaron a esta nueva localización, que más tarde bautizarían como Point Wild.
La isla Elefante era un lugar remoto, deshabitado y raramente visitado por balleneros u otros barcos. Si la expedición quería regresar a la civilización, sería necesario buscar ayuda. La única manera realista de hacerlo era adaptar uno de los barcos para viajar 1.300 kilómetros a través del océano del Sur, hasta Georgia del Sur. Shackleton había abandonado la idea de trasladar a la tripulación a la isla Decepción (un "viaje infinitamente menos peligroso"), presumiblemente porque la condición física de su gente impedía asumir más exposiciones a los mares bravos de invierno. La Tierra del Fuego y las islas Malvinas estaban más próximas que Georgia del Sur, pero exigían navegar contra fuertes vientos.
Shackleton seleccionó a su tripulación: él mismo, Worsley como navegante, Crean, McNish John Vincent y Timothy McCarthy. Shackleton dio instrucciones a McNish para adaptar el James Caird y éste, hábilmente, le adosó con maderas y lonas una cubierta y reforzó la quilla con el mástil de uno de los botes. Frank Wild se quedó a cargo del grupo de isla Elefante, con instrucciones de marcharse hacia la isla Decepción la primavera siguiente en caso de que Shackleton no volviese. Shackleton tomó suministros sólo para cuatro semanas, sabiendo que si no se había llegado a tierra dentro de aquel tiempo, el barco se habría perdido.
El James Caird, de sólo 6,85 metros, inició su travesía el 24 de abril de 1916. "Sorprendentes" y "increíbles" son las palabras que se suelen utilizar para describir el viaje en un bote abierto que estaba a punto de empezar.
Todo dependía de la precisión de la navegación de Worsley, basada en observaciones que se tendrían que hacer en las condiciones más adversas. El viento dominante era, afortunadamente, del noroeste, pero las condiciones de mar grueso enseguida empaparon todo el bote de agua glacial. Pronto el hielo formó una gruesa capa en el barco, moderando su travesía. El 5 de mayo un vendaval del noroeste casi ocasionó la destrucción del barco. Shackleton lo describió como "las olas mayores que había visto en veintiséis años en el mar". El 8 de mayo, gracias a la navegación de Worsley, se divisó Georgia del Sur, después de catorce días de lucha contra los elementos que habían llevado al barco y a sus ocupantes al límite de resistencia. Dos días más tarde, después de una prolongada lucha con el mar grueso y vientos de fuerza huracanada en el sur de la isla, la tripulación, agotada, llegaba a tierra en la bahía Rey Haakon.
La llegada del James Caird a la bahía Rey Haakon fue seguida por un periodo de necesario descanso y recuperación, mientras Shackleton reflexionaba sobre el próximo movimiento. La poblada estación ballenera de Georgia del Sur estaba en la costa norte. Llegar allí obligaba a hacer otro viaje en barco en torno a la isla o a una travesía por tierra a través de su interior inexplorado. Las condiciones del James Caird y el estado físico de la tripulación, especialmente Vincent y McNish, significaba que sólo la segunda de estas opciones era viable. Después de cinco días, la tripulación se desplazó en el barco una distancia corta hacia el este, al cabo de una profunda bahía que sería el punto de partida para la travesía. Shackleton, Worsley y Crean emprenderían el viaje por tierra, y "los otros se quedaron" en lo que bautizaron como "Peggotty Camp", de donde serían recogidos más tarde por un barco. Una tormenta el 18 de mayo, retrasó su comienzo, pero a las dos en punto de la madrugada siguiente el tiempo estaba claro y tranquilo, y una hora más tarde el grupo inició la travesía.
Sin un mapa, la ruta que escogieron fue una conjetura. Antes del alba habían ascendido a 910 metros y se podía ver la costa norte. Estaban encima de la bahía Possession, cosa que quería decir que estaban demasiado hacia el oeste y necesitarían moverse hacia el este para llegar a Stromness, la estación ballenera de destino. Eso significaba hacer el primero de los diversos rodeos que alargarían el viaje y frustrarían a los hombres. Al final de aquel primer día, necesitaban bajar al valle que tenían debajo antes de caer la noche, y se arriesgaron deslizándose por una vertiente con un improvisado trineo hecho con una cuerda. No se plantearon descansar -viajaban a la luz de la luna- moviéndose hacia arriba, hacia la próxima cadena montañosa. El día siguiente de buena mañana, viendo Husvik por debajo de ellos, sabían que estaban en el buen camino. A las siete en punto de la mañana oyeron el sonido del silbato de vapor de la estación ballenera, "el primer sonido creado por un ser humano de fuera que había llegado a nuestros oídos desde que nos marchamos de la bahía de Stromness en diciembre de 1914". Después de un difícil descenso, que comportaba bajar por una cascada helada, por fin llegaban a un lugar seguro.
Shackleton, que no era un hombre religioso, escribió más tarde: "No tengo duda que la providencia nos ha guiado ... Yo sé que durante aquella larga y terrible marcha de treinta y seis horas sobre las montañas sin nombre y glaciares, a menudo me parecía que éramos cuatro y no tres". Esta imagen de un cuarto viajero -repetida por Worsley y Crean- fue recogida por T. S. Eliot en su poema La tierra yerma.
La primera tarea de Shackleton al llegar a la estación Stromness fue pedir que sus tres compañeros en Peggoty Camp fueran recogidos. Se envió un ballenero rodeando la isla, con Worsley a bordo para mostrar el camino, y antes de la noche del 21 de mayo los seis miembros de la tripulación del James Caird estaban en lugar seguro.
Retorno de Shackleton a la isla Elefante, el 30 de agosto de 1916. Los 22 hombres que habían quedado allí habían sobrevivido.
Hicieron falta cuatro intentos antes de que Shackleton pudiera regresar a la isla Elefante para rescatar el grupo que se había quedado allí. Primero lo intentó sólo tres días después de llegar a Georgia del Sur después de asegurarse el uso de un gran ballenero, el Cielo del Sur, que estaba atracado en Husvik harbour. Shackleton reunió a una tripulación de voluntarios preparada para navegar la mañana del 22 de mayo. Cuando el barco se acercaba a la isla Elefante, encontraron una barrera impenetrable de hielo a unos 110 kilómetros de ella. El Cielo del Sur no era un rompehielos y se retiró a Puerto Stanley, en las islas Malvinas. Al llegar a Puerto Stanley, Shackleton informó a Londres por cable del sitio donde estaban, y pidió que un barco adecuado fuera enviado hacia el sur para la operación de rescate. El almirantazgo le informó que no había nada disponible antes de octubre, que, en su opinión, era demasiado tarde. Entonces, con la ayuda del ministerio británico en Montevideo, Shackleton consiguió del gobierno de Uruguay el préstamo de un barco de arrastre resistente, el Instituto de Pesca Nº. 1 capitaneado por Ruperto Elichiribehety, que marchó hacia el sur el 10 de junio.
Otra vez el hielo frustraría sus planes. En busca de otro barco, Shackleton, Worsley y Crean viajaron a Punta Arenas, en Chile, donde encontraron a Allan MacDonald, propietario británico de la goleta Emma. McDonald equipó este barco para otro intento de rescate que partió el 12 de julio, pero con el mismo resultado negativo -la barrera de hielo volvió a impedirles el acceso otra vez. Ya estaban a mediados de agosto cuando Shackleton le solicitó auxilio al gobierno chileno quien dispuso el envío del Yelcho, de la Armada de Chile, un barco de vapor pequeño pero muy potente y resistente y que había ayudado al Emma durante el intento previo.
Y el 25 de agosto el Yelcho, al mando del capitán Luis Pardo Villalón, marchó a la isla Elefante. Esta vez, como escribió Shackleton, la providencia les favorecía. El mar estaba abierto y el barco se pudo acercar a la orilla de la isla, con una densa niebla. A las 11:40 del 30 de agosto la niebla se abrió, el campo se distinguía y en una hora toda la tripulación de la isla Elefante estaba a bordo, navegando hacia Punta Arenas.
El equipo del mar de Ross formaba parte de la Expedición Imperial Transantártica organizada y comandada por Sir Ernest Shackleton de 1914 a 1917. El plan de Shackleton consistía en desembarcar del Endurance un grupo de expedicionarios en la costa del mar de Weddell en la Antártida y viajar a través del continente, pasando por el Polo Sur, hasta el estrecho de McMurdo y la isla de Ross. Ya que sería incapaz de llevar suficiente combustible y suministros para todo el trayecto, una segunda expedición, para la que fue comprado el barco Aurora, transportaría a su grupo de apoyo, el llamado equipo del mar de Ross, hasta el estrecho de McMurdo. Su misión era la de establecer una serie de depósitos de suministros a través de la Barrera de hielo de Ross y por la ruta polar establecida a lo largo del glaciar Beardmore.La supervivencia del grupo de Shackleton dependería de que se estableciesen esos depósitos. El Aurora iba a invernar en el estrecho con el fin de recoger al equipo de Shackleton al término de su marcha.
El retraso en llegar a la Antártida, las diversas desgracias que padecieron, incluida la pérdida de su barco, el Aurora, cuando se soltó de sus amarras durante una tormenta en el mar de Ross, la pérdida de sus suministros con el barco, las disputas internas del grupo sobreviviente, las extremas y terribles condiciones climatológicas, su penoso estado físico, las enfermedades y las muertes, no les impidió que pudieran cumplir su misión al completo, instalando los depósitos de suministros para el grupo de Shackleton. Este éxito, al final, no sirvió para nada, porque el grupo principal de la expedición, comandado por Shackleton, no pudo desembarcar al quedar su barco, el Endurance, atrapado por los hielos en el mar de Weddell, lo que posteriormente le provocó el hundimiento. En comparación con la relevancia pública que tuvo el heroico fracaso de Shackleton, lo que ocurrió al otro lado del continente con el equipo del mar de Ross, en la práctica ha sido pasado por alto, llegando a ser etiquetados sus miembros como "Los hombres olvidados de Shackleton". No obstante, sus vicisitudes conforman por derecho propio una grandiosa historia, sin reconocimiento, glorias ni honores, de entereza humana, de valor extremo, de resistencia física y de supervivencia. Dick Richards, el último superviviente del equipo, nunca manifestó que sintiese aquello como una lucha inútil. Por el contrario, a su juicio, fue obra de unos hombres con temple y valor, y aunque el objetivo final no se alcanzase, aquello no se hizo para nada.?
Colocación de depósitos, enero-marzo de 1915
Creyendo que Shackleton haría la travesía durante la primera temporada, Mackintosh decidió que los depósitos tenían que colocarse sin demora en Minna Bluff, un punto destacado de la barrera de hielo situado en 78°30′S 169°00′E, y otro a los 80°S. Estos depósitos serían, en su opinión, el mínimo que permitiría a Shackleton sobrevivir. El retraso en la llegada del Aurora a la Antártida había dado poco tiempo para la aclimatación de los perros y para la de los desentrenados miembros del equipo, lo que dio lugar a diferencias de opinión acerca de cómo proceder. Ernest Joyce, con mucho el más experimentado viajero antártico que había en el grupo, estaba a favor de un enfoque más cauteloso y quería retrasar el inicio de los trabajos por lo menos una semana.Joyce alegó que Shackleton le había dado poder de decisión independiente sobre las actividades de los trineos. Su punto de vista fue rechazado por Mackintosh y, posteriormente, se demostró que carecía de fundamento.No obstante, el tema siguió siendo motivo de queja por parte de Joyce, afectando todo ello a la unidad del equipo.
Al haber prevalecido el punto de vista de Mackintosh, el 24 de enero de 1915 inició su viaje a la barrera el primero de los tres grupos, los otros dos partieron al día siguiente. No tardaron en aparecer nuevas disensiones entre Joyce y Mackintosh, esta vez sobre cuán lejos hacia el sur debían seguir los perros. Joyce quería que no fuesen más allá de Bluff, Mackintosh, en cambio, dada la urgencia, dijo que los perros debían continuar hasta los 80°S.Otro revés fue el completo fracaso de los intentos de transportar los suministros con el tractor a motor. Aunque al final y en cierto modo se establecieron los depósitos en el Bluff y en los 80°S, la operación fue una gran fracaso. No todos los suministros pudieron llevarse hasta los lugares donde se establecieron los depósitos y, además del fallo del tractor, los diez perros que se llevaron al viaje perecieron durante el regreso. En el momento en que todos los grupos se reunieron en el Hut Point, el 25 de marzo, los hombres también estaban exhaustos y con síntomas de congelación, lo que supuso una importante pérdida de confianza en Mackintosh. El estado de los hielos marinos en el estrecho hizo el viaje de regreso a Cabo Evans imposible, por lo que el equipo quedó temporalmente inmovilizado, viéndose obligados a sobrevivir en unas condiciones penosas, alimentándose de carne de foca y utilizando su grasa como combustible. Su aislamiento terminó el 1 de junio.
Más tarde se supo que Shackleton había admitido, en una carta enviada desde Georgia del Sur el 5 de diciembre de 1914,a Ernest Perris del diario Daily Chronicle, que no había "ninguna posibilidad de cruce esa temporada". Mackintosh pudo haber sido informado de ello, pero "el cable nunca fue enviado".La primera temporada de colocación de depósitos, y las penurias que habían pasado en el viaje, habían sido, por lo tanto, innecesarias.
Pérdida del Aurora
Cuando Mackintosh partió el 25 de enero para dirigir los equipos que iban a colocar los depósitos de suministros, dejó el Aurora bajo el mando del primer oficial Joseph Stenhouse. La tarea prioritaria de Stenhouse era encontrar un anclaje para invernar y de conformidad con las instrucciones de Shackleton no ancló al sur de la barrera del glaciar Tongue, una lengua de hielo que se proyecta en el mar a mitad de camino entre Cabo Evans y Hut Point. La búsqueda del lugar de anclaje apropiado resultó un proceso largo y peligroso. Stenhouse maniobró por el estrecho durante varias semanas antes de decidir finalmente invernar en las proximidades del campamento base de Cabo Evans. Después de una última visita a Hut Point el 11 de marzo, en la que recogió a cuatro miembros de los grupos que estaban colocando los depósitos y que habían regresado antes de tiempo, llevó el barco hasta el Cabo Evans y lo ancló al hielo inmediatamente con las guindalezas, quedando al poco rodeado por el hielo.
En la noche del 7 de mayo estalló una fuerte tormenta, los amarres del Aurora quedaron destrozados, siendo el barco arrastrado al mar unido a un gran témpano de hielo. Los intentos de ponerse en contacto por radio con los grupos en tierra fracasaron. Fuertemente aprisonado por el hielo y con sus motores fuera de servicio, el Aurora comenzó una larga deriva hacia el norte, alejándose del Cabo Evans y del estrecho de McMurdo a través del mar de Ross y luego por el Océano Antártico. Por último, el 12 de febrero de 1916, se liberó del hielo, llegando a Nueva Zelanda el 2 de abril.
Improvisación
La pérdida del buque fue un golpe devastador para los miembros de la expedición. Afortunadamente, el trineo de raciones destinadas a los depósitos de Shackleton había sido desembarcado. Sin embargo, dado que Mackintosh había planeado utilizar el Aurora como alojamiento principal del grupo, había dejado a bordo la mayor parte de la indumentaria personal, alimentos, equipo y combustible, quedando los diez hombres varados en tierra "sólo con lo puesto".? Sin conocer cuál había sido la suerte del barco, ni cuando, o siquiera si podría volver, quedó claro que dependían de sus recursos e iniciativa para sobrevivir y que sus reacciones ante la actual crisis dependían no solo del conocimiento de su propio destino sino también del conocimiento de cuál sería la reacción de Shackleton, que al conocer su suerte no dudaría en ir a rescatarles.
Parece ser que Mackintosh, en esta situación crítica, mostró unas cualidades de liderazgo que impresionaron a sus hombres, incluso a Joyce, que generalmente siempre estaba enfrentado a él. Les explicó su situación sin rodeos: "Tenemos que afrontar la posibilidad de que tal vez tengamos que permanecer aquí, sin ayuda, por dos años. No podemos esperar que antes de esa fecha nos rescaten, por lo tanto debemos conservar y economizar lo que tenemos, y tenemos que buscar y recoger todo lo que pueda suplir lo que nos falta". En primer lugar recurrieron a los alimentos, los suministros y materiales dejados por Scott y Shackleton en expediciones anteriores. Estos suministros les proveyeron de una buena cantidad de material que les permitió confeccionar prendas de vestir, calzado y equipo, todo ello improvisado, mientras que el grupo utilizaba la carne de foca y su grasa como fuente adicional de alimentos y combustible. La "Famosa sastrería de Joyce" elaboró ropa con una gran lona de tienda de campaña abandonada por la expedición de Scott. Ernest Wild llegó incluso a elaborar tabaco de la marca "Hut Point Mixture" con serrín, té, café y algunas hierbas secas. En la entrada de su diario correspondiente al último día de agosto, Mackintosh resume la labor que se ha realizado durante el invierno, y concluía: "Mañana comenzamos en Hut Point", refiriéndose a la reanudación de su misión de abastecer los depósitos para el equipo de Shackleton que cruzaría el continente.
Colocando depósitos, septiembre de 1915 - marzo de 1916
La segunda temporada de trabajo se planificó en tres etapas. En primer lugar, llevarían todos los suministros del refugio de cabo Evans a Hut Point, y a continuación los transportarían desde Hut Point a un depósito base en Minna Bluff, para finalmente, en un viaje al sur, volver a abastecer el depósito de los 80º y establecer otros nuevos en los 81°, 82°, 83° y al pie del Glaciar Beardmore en las coordenadas 83°45′S 171°00′E.
Mapa con la ubicación de los depósitos instalados por el equipo del mar de Ross.
Nueve hombres, en equipos de tres, realizarían el trabajo, arrastrando cada uno un trineo. En la primera etapa debían arrastrar el trineo por el mar de hielo hasta Hut Point, tarea que se inició el 1 de septiembre de 1915 y se completó sin problemas antes de que finalizase el mes. La segunda etapa, de transporte de ida y vuelta entre Hut Point y el Bluff, resultó más problemática, con condiciones meteorológicas desfavorables, una difícil barrera que superar y más disensiones entre Mackintosh y Joyce sobre los procedimientos a seguir. Esta vez, Mackintosh era favorable a que los hombres arrastrasen los trineos, mientras que Joyce quería utilizar los cuatro perros que estaban en condiciones de hacerlo. Mackintosh, cuya autoridad estaba empezando a desmoronarse, permitió a Joyce proceder a su manera, mientras que él, Wild y Spencer-Smith siguieron arrastrando un trineo. El sistema de Joyce resultó más eficaz en cuanto al volumen de las cargas transportadas y para mantener a los hombres en buena forma. El depósito base de Minna Bluff se completó el 28 de diciembre pero para entonces algunos de los hombres, en particular Spencer-Smith y el mismo Mackintosh, estaban visiblemente debilitados por el esfuerzo de arrastrar los pesados trineos y la mala alimentación.
Poco después de iniciada la marcha hacia el glaciar de Beardmore, se estropeó un hornillo Primus, indispensable para calentar un poco la tienda y preparar la comida, lo que obligó a regresar a cabo Evans a tres hombres, Cope, Jack y Gaze. Los seis restantes, Mackintosh, Wild, Spencer-Smith, Joyce, Hayward y Richards, continuaron arrastrando cargas hacia el sur, con Spencer-Smith debilitándose a ojos vistas y Mackintosh mostrando signos de escorbuto. Continuaron con su cometido de establecer los depósitos, tomando las cantidades mínimas e imprescindibles de los alimentos que transportaban, salvo para los perros, a los que, por indicación de Joyce, mantenían bien alimentados.
A medida que se acercaban a los pies del Beardmore, el lugar en que debían establecer su último depósito, Spencer-Smith se derrumbó, sin fuerzas para continuar marchando. Los otros le dejaron en una pequeña tienda de campaña y continuaron el viaje para recorrer los pocos kilómetros que faltaban para establecer ese último depósito, cosa que hicieron el 26 de enero de 1916. Ernest Wild dejó allí una carta para su hermano Frank, al que creía viajando a través del mar de Weddell con Shackleton. Regresaron a la tienda el 29 de enero y recogieron a Spencer-Smith que no se había respuesto de su fatiga, por lo que lo cargaron en el trineo. Mackintosh, poco después fue incapaz de tirar, debiendo subir al trineo junto a Spencer-Smith, pasando la dirección del grupo a Joyce.
Mackintosh y Spencer-Smith siendo arrastrados en el trineo por Joyce y Wild. Cuadro pintado probablemente por George Marshall.
Todos los hombres estaban afectados por el escorbuto y la ceguera de la nieve, pero el viaje de regreso progresó bien, hasta que el 12 de febrero, encontrándose a 16 km del depósito de Bluff, una ventisca les obligó a detenerse. Permanecieron en la tienda durante 10 días, agotando sus suministros. En la desesperación, Joyce, Richards y Hayward se pusieron en marcha con el trineo en medio de la tormenta de nieve para traer provisiones, dejando a los demás en la tienda al cuidado de Wild. Después de pasar inmensos apuros, regresaron con los alimentos y el combustible para socorrer y mantener a sus camaradas. Tuvieron que emplear toda una semana para realizar este viaje de ida y vuelta de unos 32 km. Reanudaron la marcha, pero el escorbuto, que padecía todo el grupo, hizo que Hayward se derrumbase casi recién reiniciado el viaje. Los tres hombres todavía en pie estaban en ese momento demasiado débiles para poder transportar a los tres inválidos, por ese motivo, el 8 de marzo, Mackintosh se ofreció a quedarse solo en una tienda para que los otros pudiesen llevar a Spencer-Smith y Hayward hasta Hut Point. Un día después, Spencer-Smith murió, consumido por el agotamiento y el escorbuto, siendo enterrado en el hielo. Joyce y Wild llegaron a Hut Point con Hayward el 11 de marzo y volvieron de inmediato para recoger a Mackintosh. Para el 16 de marzo todo el equipo había llegado al refugio de Hut Point.
Mapa de la zona del estrecho de McMurdo, con la isla de Ross, el cabo Evans, la lengua del glaciar Tongue y Hut Point.
Desde el inicio del acarreo de cargas desde cabo Evans, el 1 de septiembre de 1915, hasta el regreso final a Hut Point del grupo completamente exhausto, habían transcurrido 198 días, lo que hacía su viaje, con diferencia, el más largo realizado hasta ese momento en términos de tiempo transcurrido.
Muerte de Mackintosh y Hayward
Los cinco supervivientes recuperaron lentamente sus fuerzas con una dieta de carne de foca. El hielo era demasiado delgado como para arriesgarse a realizar el viaje a la base refugio de cabo Evans, permaneciendo allí con la monotonía de su dieta y su entorno helado. El 8 de mayo, Mackintosh anunció que él y Hayward se arriesgarían por el hielo para llegar a pie hasta cabo Evans. A pesar de las muchas objeciones en contra de sus compañeros, partieron, desapareciendo al cabo de menos de una hora en una tormenta de nieve. Sus compañeros salieron a buscarles después de la tormenta pero solo encontraron indicios de su marcha hasta una zona de hielo quebrado. A Mackintosh y Hayward nunca se les volvió a ver. O bien habían caído al agua a través de la delgada capa de hielo o habían sido arrastrados a la deriva en un témpano. Richards, Joyce y Wild esperaron hasta el 15 de julio para hacer el viaje a Cabo Evans, donde se reunieron por fin con Stevens, Cope, Jack y Gaze.
Rescate
El 31 de mayo de 1916, Shackleton informó al mundo de su paradero tras dos años de silencio, lo hizo por medio de un telegrama a su sede de Londres desde las Islas Malvinas. Después de resumir la historia de sus aventuras tras el hundimiento del Endurance, esbozó sus planes para el rescate de los hombres varados en la Isla Elefante. Pero debido al invierno austral esto podría no ser realizable, y realmente no fue posible hacerlo hasta el 30 de agosto. Rescatados por fin los hombres de la isla Elefante pudo dedicarse al rescate del equipo del mar de Ross.
Su expedición había agotado todos los fondos económicos en ese momento. También se tuvo que enfrentar al oprobio y a la desconfianza generada por los incidentes ocurridos antes de la partida del Aurora en 1914. Los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña, de común acuerdo, decidieron financiar la reparación del Aurora para una expedición de socorro, pero insistieron en que no la dirigiría Shackleton, dando la dirección a John King Davis que en 1914 había rechazado ser capitán del Endurance y era un veterano de la expedición australiana a la Antártida de Douglas Mawson. A Shackleton se le permitió viajar como supernumerario. El 10 de enero de 1917, cuando el buque llegó a cabo Evans, los supervivientes se sorprendieron al ver acercarse a Shackleton. En ese instante comprendieron por primera vez la inutilidad de sus esfuerzos. Tras una semana dedicada en vano a buscar los cuerpos de Mackintosh y Hayward, el Aurora se dirigió hacia el norte, a Nueva Zelanda, con los siete sobrevivientes que quedaban del equipo de costa original.
Fuente del texto relacionado con la expedición del 'Equipo del mar de Ross': www.wikipedia.org
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