Empieza el gran día. Con todo puesto (arnés y crampones) empezamos a desplegarnos y ponernos en fila india. Mucho frio como es de suponer a esa altura y a esa hora.
Hemos conseguido estas dos fotos de como se vería nuestra ascensión más de día. Nosotros, al ir de noche no vimos nada de esto. Gentileza de: Vladimir Ganelin, www.picasaweb.google.com. https://www.himalaya-info.org
Parte final y más pendiente de la ascensión. Gentileza de: Vladimir Ganelin, www.picasaweb.google.com. https://www.himalaya-info.org
Empezamos por una pedriza sobre una hora. Todo de noche y sin ver nada más que lo que te alumbra la frontal. Nos toca un tramo de nieve muy blanda donde te hundes unas veces si, y otras no. Posteriormente, empezamos a subir palas de nieve, donde la nieve está mejor. En un momento dado, llegamos a la instalación de las cuerdas fijas. Aquí enganchamos nuestros lazos a la cuerda para asegurarnos. Esta inslación de cuerda fija la hace una empresa y se encarga de tenerla operativa para toda la gente que va subiendo. Nos acompaña a partir de aquí un miembro de la instalación. Algunos van peor que otros por la altura, aunque nos vamos arreglando. Tardamos 5,30h en llegar al collado.
Vamos preparándonos para el descenso poniéndonos también en fila india. Desde el principio ya hay instalada una cuerda fija por la que vamos a ir agarrándonos, enganchando también nuestro cabo de seguro y bajando poco a poco. Es buena idea llevar unos guantes para agarrarse a la cuerda, tipo ferrata.
La pendiente es fuerte y hay problema de caida de piedras por la gente. La roca está bastante suelta, aunque no ofrece dificultad. En los primeros metros hay tramos de hielo, pero se pasan bien porque hay escalones. Hay que estar con tensión por miedo a no tirar piedras y dar a alguien de abajo.
Después del largo descenso por los 500m de pared, y unas dos horas, llegamos a terreno llano y fácil, quitándonos toda la parafernalia.
Vamos bajando por el valle a través de una morrena. Se nos hace largo, ya que desde arriba parecía que el campamento Khuspang estaba a un tiro de piedra.
La diferencia de este valle con lo que hemos estado viendo en el glaciar del Baltoro es radical. Aquí todo es verde.