Después de llegar el día anterior por la noche y dormir en un albergue, empezamos el día como tiene que ser en Islandia, lloviendo. Iniciamos la vuelta a Islandia en el sentido contrario a las agujas del relo. Recorreremos unos 3000 y pico kilómetros de paisajes inolvidables.
Para empezar, vamos de excursión a la zona de Reykjadalur, donde iniciamos una ligera subida por ancho sendero, y donde empezamos a ver nuestras primeras fumarolas.
Más arriba, a eso de una hora de ligera subida, llegamos a una zona de baños. Hay unos cambiadores al aire libre. Es un poco surrealista, ya que está lloviendo a cántaros, pero hay bastante gente y se está muy bien en el agua termal.
Después, bajada y continuamos carretera dirección a la catarata Seljalandsfoss, donde podemos ir por la parte trasera.
Muy cerca de allí, hay otra cascada escondida muy bonita y menos visitada.Gljúfrabúi.